martes, 20 de mayo de 2014

Cáncer de células claras de riñón

ASOCIADO A LA ENFERMEDAD DE VON HIPPEL-LINDAU (VHL)
La inactivación en línea germinal de uno de los alelos del gen VHL, ubicado en el cromosoma 3 es la causa del síndrome neoplásico, el cual se manifiesta cuando se produce la mutación somática del otro alelo. Las mutaciones del gen VHL son extraordinariamente heterogéneas y están distribuidas a lo largo de toda la secuencia del gen.
El gen VHL es un gen supresor. Codifica una proteína con dos isoformas, pVHL30 y pVHL19 responsables de la acción antitumoral del gen. En condiciones normales, la proteína produce la inactivación de los factores inductores de hipoxia (FIH). Su ausencia, por el contrario, hace que estos FIH se estabilicen en la célula e induzcan la activación transcripcional de una amplia serie de factores reguladores de la angiogénesis, del ciclo celular y del crecimiento celular, por ejemplo, el factor de crecimiento endotelial vascular y la eritropoyetina y el factor de crecimiento derivado de las plaquetas. La presencia de estos factores en el medio son los que en definitiva llevan al desarrollo de los tumores y quistes típicos de esta enfermedad. pVHL también tiene un papel en la regulación de las metaloproteinasas y de sus inhibidores y de otras enzimas. La ausencia de pVHL incrementa los niveles de las anhidrasas carbónicas 9 y 12, sustancias que incrementan el nivel de acidificación del microambiente, lo cual favorece a su vez las propiedades invasoras y el crecimiento tumoral y sobrerregulan la ciclina D1.

La enfermedad de von Hippel-Lindau (VHL) es un síndrome neoplásico hereditario caracterizado por hemangioblastomas retinianos y del sistema nervioso central, carcinoma renal de células claras, y feocromocitoma. Afecta aproximadamente a 1 de cada 35.000 personas de manera autosómica dominante.


Histopatología:
En general son tumores confinados al riñón. Las paredes de los quistes que lo constituyen son fibrosas y están tapizadas por una o varias capas de

células malignas. Éstas pueden estar ausentes, mostrando paredes desnudas o recubiertas de material fibrino-hemático. A veces las células malignas están aplanadas y su visualización puede ser dificultosa. Las áreas quísticas alternan con nidos sólidos y en eso se diferencia del carcinoma de células claras variante multilocular, en el cual todo el tumor es típicamente macroquístico y sin áreas sólidas. Suele presentar cápsula fibrosa gruesa. El patrón de crecimiento celular es el característico mostrando también la peculiar distribución vascular capilar. Las células son poligonales y contienen un núcleo hipercromático, sin nucleolo aparente. El perfil inmunohistoquímico es similar a los carcinomas de células claras esporádicos.

Como conclusión, el carcinoma renal de células claras asociado a la enfermedad de von Hippel-Lindau es un carcinoma de células claras macroscópicamente sólido-quístico, multifocal y bilateral, de bajo grado histológico, que se desarrolla en personas jóvenes y que tiene mejor pronóstico que el tipo convencional.


ESPORÁDICO
Más del 90% de los carcinomas renales de células claras muestran la típica alteración citogenética en el brazo corto del cromosoma 3, pudiendo encontrarse desde pérdidas completas del brazo hasta translocaciones o deleciones. De hecho, entre el 30% y el 56% de los carcinomas renales de células claras esporádicos tienen mutaciones en el gen de VHL y hasta el 19% tienen silenciamiento de mismo.
El carcinoma de células claras de riñón es el carcinoma renal más frecuente y aproximadamente el 70 a 75% de los cánceres renales son carcinomas de células claras esporádicos. Afecta más frecuentemente a varones de raza negra y en general por encima de los 40 años de edad. El hábito tabáquico y la obesidad, ésta última mayoritariamente en mujeres, son factores predisponentes. Se postula que se originan a partir de la célula epitelial de túbulo contorneado proximal.


Histopatología:
El carcinoma de células claras muestra una histología altamente característica. Las células del carcinoma de células claras muestran un citoplasma completamente vacío y una membrana citoplasmática muy bien definida. En ocasiones las células muestran citoplasmas débilmente eosinófilos en torno al núcleo.
Las células se disponen formando nidos, estructuras alveolares, cordones y papilas, o tapizando quistes de tamaño variable. La disposición papilar del tumor no debe ser interpretada como carcinoma papilar ya que estos casos mantienen las alteraciones genéticas localizadas en el cromosoma 3. El estroma contiene una red capilar muy prominente y típica. Las zonas centrales del tumor pueden mostrar áreas cicatriciales, esclerosis o edema. Es frecuente la hemorragia y la necrosis, sobre todo en los tumores grandes. Es típico encontrar acúmulos de hematíes en las luces de las estructuras alveolares. La transformación sarcomatoide puede producirse de forma brusca, aunque lo normal es que se puedan encontrar áreas de transición si se muestrea el tumor. Estas áreas pueden presentar morfologías variadas, pero predomina el fenotipo fusocelular.


Inmunohistoquímica:
Los carcinomas renales de células claras, independientemente de si son familiares, asociados a enfermedad de VHL o esporádicos, coexpresan citoqueratinas de bajo peso molecular (CKs 8, 18, 19) y vimentina. Esto es característico, lo cual sirve a la hora de valorar el origen tumoral en una metástasis a distancia de un tumor primario desconocido. Asimismo, resulta positiva con marcador de carcinoma renal (RCC), CD10, CD13, CD15 y MUC-1. Como consecuencia de la alteración genética del cromosoma 3 que subyace en prácticamente todos los casos, la tinción con CA9 y con ciclina D1 también es positiva.









BIBLIOGRAFÍA
Renal cell carcinomas with clear cells”, José I. López, Aitziber Ugalde, Ming Zhou, Rev Esp Patol 2008; Vol 41, n.º 3: 169-182.





martes, 13 de mayo de 2014

Brocelosis, Fiebre de Malta u ondulante

Agente causal:

El agente causas de la brucelosis humana son las bacterias del género Brucellas, cocobacilos aeróbicos gramnegativos, intracelulares facultativos, capaces de infectar tanto a fagocitos profesionales (macrófagos, linfocitos B y células dendríticas) como no profesionales, así como también células no fagocíticas. Dentro de las especies más significativas para el hombre se encuentran mellitensis, abortus y suis.


Contagio: se genera por contacto con ganado vacuno, caprino o porcino, ya sea por contacto directo o por ingestión de alimentos derivados de los mismos. No hay vacunas para humanos, si para animales. Posee un periodo de incubación muy variable.





Composición de la membrana y estructura antigénica:
La envoltura celular de las bacterias del género Brucella está formada por una membrana interna, una membrana externa y un espacio periplasmático intermedio. Desde un punto de vista antigénico, en la membrana de Brucella existen dos componentes fundamentales: el lipopolisacárido (LPS) y las proteínas. El LPS es una molécula anfipática que consta de una parte exclusivamente polisacarídica dirigida hacia el exterior, y otra parte glucolipídica (lípido A) inserta en la membrana externa. La parte polisacarídica del LPS se divide en dos secciones: un oligosacárido intermedio, llamado núcleo y el polisacárido O (PSO). Sin embargo, a diferencia del LPS clásico, el LPS de Brucella  no es pirogénico, no aumenta la sensibilidad del hospedador a la histamina, no activa la cascada del complemento de manera significativa y es un mitógeno muy débil de LB humanos. Se requieren concentraciones 100 veces más altas de LPS de Brucella para inducir muerte por shock endotóxico.
  

Patogenia:

Al ingerir la bacteria la mayor parte se elimina por la formación de fagolisosoma y un 15 a 30% puede sobrevivir debido a la capacidad de producir ureasa, que juega un papel central en la colonización del huésped, a través de la ruta gastrointestinal. Una enzima capaz de  degradar la urea modifica el pH en el sitio en donde se encuentre la bacteria permitiéndole sobrevivir. Además, la bacteria se adhiere con cierta facilidad a la superficie de las mucosas, por ser altamente lipofílica, ya que Brucella no posee ni fimbrias ni cápsula.
Estas bacterias tienen 2 componentes llamados BvrS/BvrR, que codifican para una histidina quinasa y controlan la expresión de moléculas determinadas necesarias para la invasión celular.

Las Brucellas no poseen ni exo ni endotoxinas significativas, pero no dejan de activar al sistema inmune. Una vez que la bacteria es ingerida por macrófagos, los antígenos proteicos extraños se localizan en compartimientos intracelulares y se procesan hasta pequeños péptidos y quedan listos para asociarse con moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad de clase II (MHC II). Estas moléculas presentadoras de antígenos se translocan desde el retículo endoplasmático al aparato de Golgi antes de alcanzar la vía endocítica a través de la cual serán presentados en la superficie de la célula. De esta forma son reconocidos por los linfocitos Th. Los macrófagos y las células dendríticas, producen Interleuquina 12 (IL-12) que induce la diferenciación de linfocitos Th al subtipo Th1 y estos a su vez sintetizan IFN-gamma como los linfocitos NK. Los macrófagos también sintetizan las citoquinas proinflamatorias IL-1 y TNF alfa. Se cree que la inhibición de TNF alfa es un paso fundamental en la infección. El IFN-γ tiene un rol central en la inmunidad frente a Brucella mediante la activación de las funciones bactericidas del macrófago como la producción de especies reactivas del oxígeno y óxido nítrico, induciendo la apoptosis, aumentando la diferenciación celular y la producción de citoquinas.

Las lipoproteínas bacterianas también son capaces de inducir la producción de IL-10, una citoquina antiinflamatoria, en monocitos humanos. La inhibición tanto autócrina como exócrina de la producción de IL-10 da como resultado un aumento en la producción de las citoquinas proinflamatorias IL-6 e IL-12.

La brucelosis es una enfermedad granulomatosa que se presenta como un cuadro inflamatorio generalizado y fiebre intermitente, habiendo un período de incubación variable. Durante la primer semana, los LPS son reconocidos por Ig M, luego aumentan las cantidades de Ig G y si la bacteria permanece por mas de 6 meses aparece Ig A. Los signos clínicos de esa inflamación son: fiebre ondulante, artritis,  endocarditis, meningitis, infiltración monocitaria de las articulaciones, granuloma hepático.

En etapas tempranas de brucelosis humana se puede presentar una artritis inflamatoria intermitente, y algunos pacientes pueden desarrollar artritis inflamatoria crónica que asemeja otras formas de artritis inflamatorias humanas. Sin embargo, puede afectar cualquier órgano. En el hígado, la infección con Brucella  induce lesiones hepáticas que pueden ser tanto granulomatosas como no granulomatosas. Histológicamente, los granulomas muestran necrosis central, un infiltrado de células polimórficas y fibrosis periférica. La liberación de bacterias de estos granulomas puede favorecer la diseminación de la bacteria a distintas localizaciones a través de repetidos episodios de bacteriemia.
En el corazón, afecta la válvula aórtica  generando endocarditis, siendo esta la principal causa de muerte por Brucella.



BIBLIOGRAFIA:
·        “Brucellosis”, Georgios Pappas, M.D., Nikolaos Akritidis, M.D., Mile Bosilkovski, M.D., and Epameinondas Tsianos, M.D., New Engalnd Journal of Medicine,2005. http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMra050570


  • “Rol de las lipoproteínas de Brucella en el desarrollo de la respuesta inflamatoria en brucellosis”, Zwerdling, Astrid, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Universidad de Buenos Aires, 2009.